Las consultas sanitarias se definen como espacios adecuados y organizados para las consultas médicas, pero también para las consultas del sector del bienestar. Así, el alquiler de salas de tratamiento está reservado a los profesionales de la salud y el bienestar.
El cuidado es un conjunto de acciones que una persona realiza para sí misma o para otros para mantener la salud y el bienestar físico y mental.
Por lo tanto, hay un gran número de tratamientos que se definen como médicos o de bienestar.
El alquiler de espacios para los profesionales es una de las soluciones más adecuadas, a pesar de la crisis sanitaria, que no impide que los precios de los inmuebles suban. Hay diferentes tipos de prácticas y alquileres de prácticas. El alquiler de cirugías "convencionales".
En primer lugar, definiremos el término práctica sanitaria convencional. Las consultas de atención "convencional" pueden asemejarse a las consultas médicas, equipadas para las mismas.
Se dirigen a los cuidadores del sector médico, como osteópatas, fisioterapeutas, médicos de cabecera, etc.
Estas consultas pueden estar más específicamente equipadas con mesas de tratamiento, equipos médicos, etc.
El llamado alquiler "convencional" es el alquiler fijo de un espacio. Se trata de un alquiler con una renta mensual a pagar, más una cuota de construcción. Este tipo de alquiler está dirigido a profesionales con experiencia y con una base de pacientes constante. El alquiler de consultorios "convencionales" permite a los profesionales desarrollar su actividad en el mismo lugar y dejar allí sus pertenencias profesionales.
Alquiler de consultas de atención "flexible"
Las salas de tratamiento "flexibles" son espacios equipados con materiales que pueden adaptarse a diferentes prácticas, principalmente en el ámbito del bienestar. Están destinadas a los profesionales del sector del bienestar: masajistas, sofrólogos, psicólogos, dietistas, etc.
Estas salas de tratamiento suelen estar equipadas con mesas de masaje, colchonetas, sillas, etc. El equipamiento de estas salas es general para permitir que cada práctica se lleve a cabo sin preocupaciones.
El alquiler flexible permite a los profesionales utilizar el espacio y pagar por las horas que lo utilizan. Los precios suelen ser más bajos y los usuarios se benefician de los paquetes.
Este tipo de alquiler está dirigido a los profesionales del bienestar que no necesitan una consulta con equipamiento médico. También se dirige a los jóvenes licenciados que están desarrollando su base de clientes/pacientes.
Los alquileres de prácticas "flexibles" permiten a los profesionales evitar comprometerse con un lugar fijo y probar diferentes prácticas.
El alquiler de salas de tratamiento se divide en varios tipos de alquiler y trata de satisfacer las necesidades de todos. Sin embargo, sería ventajoso desarrollar prácticas flexibles adaptadas a las profesiones médicas. Los profesionales de estas consultas también pasan por una fase de inicio en la que su base de pacientes no es regular.